La casa de mi abuela era acogedora, así con sus irregularidades y discontinuidades (para los que la conocieron), es porque más que la infraestructura era el calor, afecto y cuidado de los míos, lo que le daba esa característica de calidez y seguridad, ciertamente para felicidad de los que vivíamos.
De infante no era mucho de preguntar, como ahora, por lo cual no sabía exactamente mi tía Juanita, porque era mi tía; pero eso poco o nada importaba para tenerla entre mi familia extendida.
Esta foto, es la única imagen fotográfica, de mi infancia familiar, en la cual también está mi
madre adoraba
y mi hermanita, aun adolescente.
Para un niño, caballo es caballo, así sea de madera y aun no tenga cabeza, por eso luzco radiante. ¿Quién tomó la foto?, Vaya uno acordarse de importante detalle.
