INTRODUCCIÓN
Las ollas comunes surgen en el año 2020, durante la pandemia del COVID-19, cuando la población con trabajos eventuales y sobreexplotada deja de percibir ingresos debido al encierro obligatorio para protegerse del contagio. En estas circunstancias, se vieron en la necesidad de organizarse entre vecinas y retomar el trabajo comunitario para conseguir los insumos y preparar el menú diario para las familias. Inicialmente, compartieron lo que cada una tenía en su casa: una aportaba cebolla, otra arroz, etc.; es decir, unieron esfuerzos para poder alimentar a las familias, satisfaciendo así una necesidad básica y fundamental, así como un derecho humano inalienable.
Este esfuerzo de articulación y generación de esfuerzos, relaciones y acciones comunes para enfrentar el problema del hambre y la desnutrición llegó a un momento de formación y consolidación de las ollas comunes en asentamientos humanos y barrios populares. Se vieron entonces en la necesidad y en condiciones de apelar al Estado por una atención de emergencia, lo cual dio sus frutos con la promulgación del Decreto Legislativo N° 1472, para ser atendidos por Qali Warma y no ser socorridos únicamente por la ayuda humanitaria y privada.
Posteriormente, alcanzaron la Ley N° 31458, que reconoce a las ollas comunes y garantiza su sostenibilidad y financiamiento.

En los años posteriores al COVID-19, cuando se fueron paliando sus efectos mortales y dañinos para la vida y la salud de la población, la economía del país restableció su dinámica regular en fábricas, mercados y servicios. Las familias volvieron a sus negocios y trabajos en calles, mercados y paraderos. Con el tiempo que estos trabajos demandan, desde trasladarse de sus barrios a sus centros laborales y las horas largas y extenuantes de trabajo, un número considerable de familias dejó de depender de las ollas para alimentar a sus familias.
La continuidad de las ollas radica en que esta organización es la única que permite la alimentación de familias en pobreza extrema y vulnerables. También las ollas ayudan a los casos sociales de los barrios donde funcionan. La población vulnerable atendida por las ollas comprende ancianos, niños, adultos mayores, madres viudas, solteras y niños huérfanos.
Se pueden señalar 3 momentos de las ollas comunes:
Durante 2020: Surgen y funcionan gracias a donaciones privadas y entre las propias vecinas. En octubre llega el apoyo del gobierno, pero era insuficiente debido a que el SISFOH estaba desactualizado. Ese año la pobreza monetaria llegó al 30.1% de la población del país. El diálogo con el MIDIS posibilitó que, pese a no tener reconocimiento legal, las ollas recibieran presupuesto del Estado.
Inicio de 2021: Las ollas viven la apertura económica y el fin del confinamiento obligatorio. Algunas ollas cerraron, otras se fusionaron; la población vuelve a insertarse en la economía informal y va dejando el trabajo social. MIDIS implementa Canasta Perú e identifica 2,177 ollas comunes en Lima que atendían a 155,887 personas. Este año las ollas luchan porque se declare la emergencia alimentaria para destinar recursos específicos para las ollas comunes. Se aprueba la ley, pero los resultados prácticos no fueron los esperados.
A partir de 2022: Se da una tercera etapa del desarrollo de las ollas comunes. Dada la crisis, el precio del menú sube de 2 a 2.50 soles. Empiezan a recibir alimentos del MIDIS a través de Qali Warma. En 2022 y 2023, el Gobierno aportó S/. 3.70 por ración por día.
Para el año 2024, el MIDIS disminuyó el presupuesto destinado a la alimentación en las ollas comunes a S/. 2.20 soles.
Para el presente año, las ollas comunes se han incorporado al PCA y, al equiparar su presupuesto al de los comedores populares, significa una pérdida mayor de presupuesto real que pasó a ser de S/. 1.69 soles.
1. ALGUNAS CARACTERÍSTICAS SOCIOECONÓMICAS DE LOS COMENSALES DE LAS OLLAS COMUNES
De un estudio reciente de 2024, tomando una muestra del total de socios y beneficiarios, se encontraron los siguientes resultados: 91% son mujeres y el 9% varones. Estos datos muestran el papel y rol de la mujer en el hogar y el barrio.
Según categorización por edad, el mayor porcentaje de beneficiarios son los adultos cuyas edades fluctúan entre 27 y 59 años (41%), siguen los niños de 6 a 12 años con el 18%, el tercer grupo en importancia son los adolescentes de 13 a 17 años con el 13%, los adultos mayores representan el 11%, los jóvenes de 18 a 26 años representan el 10% y, finalmente, los infantes de 0 a 5 años representan el 7% como el menor grupo poblacional beneficiario.
Los grupos demográficos atendidos por las ollas son los siguientes: el 43% de los comensales son convivientes, 34% solteras/os y el 23% casados. Por ejemplo, para el 2023, del universo de comensales, solo el 11% estaba en condición de empleada/o, 11.4% con trabajo independiente (comercio ambulatorio, etc.), 14.3% con trabajo ocasional (pintores, carpinteros, etc.), 14.3% amas de casa, el 48.6% sin trabajo, sumados los hijos de estas familias, ancianos y enfermos.
En cuanto a los ingresos familiares, no han mejorado sustancialmente en los últimos años. Los que perciben el sueldo mínimo vital de S/. 1,030 sobreviven en sus hogares. Los desempleados, subempleados y casos sociales viven lo peor para sobrevivir.
En cuanto al nivel educativo de los beneficiarios de las ollas comunes: 31% tiene secundaria completa, seguido por 11% con primaria incompleta, 9% no posee ningún nivel educativo, asimismo 6% tiene nivel educativo superior completo y 9% superior incompleto.
Cabe señalar que el nivel de educación desempeña un papel crucial en la capacidad de brindar mejores condiciones para que las personas puedan obtener un salario más alto y satisfacer de mejor manera las necesidades de sus familiares.
2. CONDICIONES DE FUNCIONAMIENTO
Un estudio en San Juan de Lurigancho de 2023 arrojó que 33% se encuentran ubicadas en locales comunales de la agrupación familiar respectiva, 9% están ubicadas en vía pública y el 7% en área verde.
Esta situación ha cambiado a la fecha con la entrada del PCA, promoviendo que ninguna olla común funcione en espacio público, calle, pasaje o área verde; les han dotado de cocinas y utensilios.

3. CALIDAD DE LA ALIMENTACIÓN
La canasta entregada se redujo drásticamente. En lugar de 12 productos, muchas ollas reciben solo 4 a 6, limitando gravemente su capacidad para ofrecer alimentación adecuada.
Por ejemplo, a una olla le entregan: 200 kg de arroz, 18 litros de aceite, 32 kg de bofe o 32 kg de pollo, 40 kg de menestras (lentejas, frejol castilla o frejol canario).
Antes entregaban para el desayuno: avena, leche, aceite para frituras, fideos, atún.
Para el MIDIS, dado su enfoque de complementación alimentaria, considera dar solo 9 productos básicos que tuvieron variaciones por las compras realizadas por el gobierno; por ejemplo, sustituir leche por clara de huevo deshidratada.
En 2023, las ollas comunes con el apoyo de entidades especializadas (Centro Internacional de la Papa, etc.) llegaron a concluir que para una alimentación saludable calcularon la composición y el costo de una canasta de alimentos saludable.
4. FINANCIAMIENTO
En los primeros momentos de la pandemia, las ollas no cobraban por el menú, pues contaban con donaciones que permitían atender los almuerzos. Esta situación cambió pasada la época del COVID-19, por lo cual las ollas establecieron un precio al menú, manteniéndose gratuitas las raciones para los casos sociales.
Estos cambios se deben a los desafíos económicos y logísticos que han ido enfrentando las ollas comunes.
En la actualidad, lo que les asigna el PCA no cubre todos los ingredientes que requieren para preparar los almuerzos, por lo cual lo que perciben por los menús cubre las compras de los ingredientes e insumos que el Estado no provee.
También se han desarrollado experiencias de «recuperación de alimentos», que consiste en la separación de los productos perecibles de los mercados, para lo cual de madrugada un grupo de señoras sale para regresar con víveres para el almuerzo.
También se han dado donaciones por parte de la SUNAT, empresarios privados, etc.
También siguen haciendo ocasionalmente, cuando hay problemas de salud, polladas, picaronadas y actividades similares.
5. SIGNIFICADO DE LA OLLA PARA LOS COMENSALES
Del estudio en San Juan de Lurigancho, se obtuvieron los siguientes resultados:
Ahorro económico: La mayoría ve en la olla común una manera de obtener alimentos nutritivos, especialmente en tiempos de bajos salarios y dificultades económicas causadas por la pandemia del COVID-19.
Facilitador de oportunidades: Algunos consumidores ven la olla común como una oportunidad para «comer más saludable», así como un espacio «para socializar y estar informado».
Oportunidad para usar óptimamente el tiempo: El tiempo que no se destina a cocinar puede ser usado para estudiar, trabajar y generar ingresos para sus familias.
6. VALORIZACIÓN DEL TRABAJO NO REMUNERADO EN LAS OLLAS COMUNES
El trabajo cotidiano de las madres de las ollas comunes es invisibilizado. Es un trabajo abnegado, sacrificado, permanente e intenso, que no es reconocido ni valorizado por la sociedad.
Incluye la limpieza del local, compra de alimentos, preparación, servir el menú, dejar limpia la cocina y utensilios para nuevamente volverlos a usar al día siguiente.
En horas, son 6.70 horas en promedio por madre lo que dedican al trabajo de la olla común.
7. ORGANIZACIÓN DE LAS OLLAS
Desde su inicio, empezaron con un grupo de madres que lideraron la iniciativa hasta dar forma a sus directivas, con el nombre de Presidenta a la dirigente principal.
Se articularon en lo que se denominan redes y le dieron organicidad, logrando su reconocimiento ante la autoridad local.
Por ejemplo, en el distrito de San Juan de Lurigancho existe una Red de Ollas Comunes del distrito, la cual ha tenido capacitaciones y esta organización ha sido la gestora de sus luchas para el reconocimiento de las ollas comunes, conquistar la atención primero a través de Qali Warma y hoy vía el PCA.
En el proceso de organización de las ollas, por el lado de los municipios se promovieron otras organizaciones.
En San Juan de Lurigancho, por ejemplo, a la fecha están en la Red de Ollas Comunes de SJL un 30% y la diferencia (70%): un grupo está con el municipio y la diferencia no pertenece a ninguna organización.
A nivel de Lima Metropolitana, a partir de algunas redes distritales, se constituyó la Red de Ollas de Lima Metropolitana.
La Red de Ollas de Lima Metropolitana es una organización de tercer nivel de carácter metropolitano que cuenta con 18 redes distritales afiliadas:
- Lima Norte: San Martín de Porres, Carabayllo, Ancón, Comas, Independencia, Puente Piedra, Santa Rosa
- Lima Este: El Agustino, San Juan de Lurigancho, Ate y Cieneguilla
- Lima Sur: Villa El Salvador, Villa María del Triunfo, San Juan de Miraflores, Chorrillos y Pachacámac
- Lima Centro: El Rímac y Cercado
La Red de Ollas Comunes de Lima Metropolitana cuenta con un estimado de 719 ollas comunes afiliadas a nivel de Lima Metropolitana.

8. REGISTROS Y COBERTURA
Datos incompletos y descoordinación: A más de un año y cuatro meses de iniciada la pandemia, ni el MIDIS ni la Municipalidad de Lima habían logrado consolidar un registro completo y actualizado de ollas comunes. Muchas municipalidades no completaron la plataforma habilitada, lo que impedía monitorear si los alimentos llegaban realmente a las ollas activas o a ollas fantasma. Esto ha empezado a ser resuelto este año 2025 con la implementación del PCA.
Lima Metropolitana concentra el mayor número de ollas comunes del país. Registros oficiales y de prensa especializada las ubican por encima de 2,300–2,500 en distintos momentos recientes.
La Red de Ollas Comunes de Lima Metropolitana ha identificado unas 2,371 ollas comunes que alimentan a alrededor de 250,000 familias, lo cual se corrobora según entrevistas de El Comercio, que arroja que en Lima funcionan más de 2,300 ollas comunes, atendiendo a más de 240,000 personas.
Protección legal y transición al PCA: La Ley N.º 31458 (2022) reconoce a las ollas comunes como organizaciones sociales de base. Desde el segundo semestre de 2024, las municipalidades vienen asumiendo la distribución de alimentos como parte del Programa de Complementación Alimentaria (PCA) del MIDIS (capacitaciones, padrón y suministro); antes, esta responsabilidad estaba única y directamente en manos del MIDIS.
9. CONDICIONES OPERATIVAS Y SOCIALES
Desabastecimiento persistente: En varias ollas comunes se viene denunciando en ocasiones falta de insumos y alimentos.
Déficit nutricional y anemia infantil:
- En 2023, según el Colegio de Nutricionistas, en Lima existen aproximadamente 2,500 ollas comunes, con el 23% de los comensales siendo menores de 5 años. Muchos comedores carecen de alimentos nutritivos, lo que expone a los niños a riesgo de anemia y desnutrición.
- A nivel nacional, solo 4 de cada 1,000 menores con anemia logran recuperarse, lo que muestra la poca efectividad de los programas actuales.
La Defensoría recomendó ajustar la modalidad de distribución del Programa de Complementación Alimentaria (PCA) por indicios de ineficiencias y riesgos de corrupción; y un operativo de la Contraloría (14 ago. 2025) reportó baja ejecución de programas alimentarios en más de 190 municipios, con riesgos para comedores y ollas.
10. INFRAESTRUCTURA Y APOYO INSTITUCIONAL
Informes de la Defensoría del Pueblo:
Supervisión abril 2025: De 991 ollas comunes supervisadas, el 72.5% no recibió apoyo municipal para mejorar equipamiento, y el 95.4% carece de mejoras en infraestructura. También se identificó una gran proporción de adultos mayores beneficiarios (71.1%), y más del 28% son menores de 17 años. Además, dos de cada diez ollas comunes deben aportar hasta S/. 150 adicionales por ración para cubrir costos.
Informes anteriores (2021–2024): En 2021, un significativo porcentaje de municipalidades (68%) no habían entregado las canastas básicas destinadas a las ollas comunes; solo el 25% registró formalmente estas iniciativas. Muchas funcionaban en condiciones precarias, sin agua potable y sin infraestructura adecuada.
11. AVANCES RECIENTES (2024–2025)
Incorporación al PCA y financiamiento: A inicios de 2025, se informó que 1,760 ollas comunes en Lima Metropolitana (91%) obtuvieron reconocimiento como centros de atención del PCA. Esto les garantiza un presupuesto continuo —más de S/. 601 millones, con S/. 19 millones destinados específicamente a ollas comunes— así como la entrega de 4,944 kits de cocina y utensilios.
Capacitación e innovación con biohuertos:
- Desde mayo de 2020, la Municipalidad de Lima, a través de un programa de «Biohuertos para ollas comunes», ha beneficiado a 94 ollas comunes en 11 distritos, capacitando a miles de personas en implementación de biohuertos y compostaje, generando cosechas de hortalizas para autoconsumo.
- Otra fuente reporta que, desde ese mismo programa, se han ejecutado 179 talleres en 281 ollas comunes, beneficiando a 8,322 familias, con 1,290 biohuertos domésticos, 83 comunitarios y múltiples composteras, recuperando toneladas de residuos y transformando espacios en huertos productivos.

12. IMPACTOS POR LA INFLACIÓN Y AUMENTO DE PRECIOS
El alza en el costo de los alimentos llevó a muchas ollas comunes a reducir sus raciones o eliminar componentes nutritivos como carne o pollo, presionando aún más su funcionamiento.
La inflación y crisis económica incrementaron la dependencia de estas instancias comunitarias: se calcula que 6.8 millones de peruanos no consumen alimento durante un día o más, y se estima que Perú tiene la inseguridad alimentaria más alta de Sudamérica.
13. SITUACIÓN DE LAS OLLAS COMUNES EN DISTRITOS CON MAYOR CONCENTRACIÓN HISTÓRICA
San Juan de Lurigancho (SJL) y Villa María del Triunfo (VMT) encabezan de forma consistente los listados. Registros y reportajes previos los ubicaron en el tope metropolitano (con cientos de ollas y decenas de miles de beneficiarios); SJL y VMT aparecen como los más cargados también en los mapas georreferenciados.
Otros distritos con alta densidad: Pachacámac, San Juan de Miraflores, Carabayllo, Villa El Salvador, Comas, Ate.
Ejemplos de magnitudes históricas por distrito (referenciales):
- VMT: 398–401 ollas; ~43 mil beneficiarios (registro/mapeo 2021)
- SJL: 359+ ollas; ~42 mil beneficiarios (registro/mapeo 2021). (En reportes posteriores, SJL aparece aún como el distrito con más ollas)
- Pachacámac: ~219 ollas; ~21.7 mil beneficiarios (2021)
- San Juan de Miraflores: ~162 ollas; ~15.8 mil beneficiarios (2021)
Importante: desde 2023–2025 varios distritos han aumentado y/o depurado su padrón al migrar al PCA.
Condiciones por distrito: infraestructura, desabastecimiento y apoyo
Infraestructura y equipamiento (tendencia metropolitana): La Defensoría evidenció falta de inversión municipal en equipamiento (7 de cada 10 ollas) y carencia de mejoras en locales (9.5 de cada 10) en la última supervisión, patrón que también describe Lima Metropolitana.
Desabastecimiento focalizado: Lima Sur: denuncias recientes de no entrega de alimentos e insumos a 97 ollas y 50 organizaciones por parte de la municipalidad competente (jul.–ago. 2025). Útil como alerta para distritos como VMT, SJM, VES, Pachacámac, Lurín.
A nivel metropolitano, organizaciones y prensa reportan que las raciones no alcanzan o llegan con intermitencias, obligando a la autogestión (actividades para comprar alimentos).
Apoyo municipal y transición al PCA: 2023–2024: en Lima, el presupuesto para ollas fue asumido por la Municipalidad de Lima en etapas, mientras el MIDIS facilitó la incorporación al PCA (formación, trámites, priorizaciones en distritos como Pachacámac, Rímac, Pucusana, Lurín, SJL). Esto impacta la regularidad del abastecimiento por distrito.
14. BALANCE GENERAL PRELIMINAR
Fortalezas:
- Avances en integración al PCA con financiamiento y kits de cocina
- Iniciativas innovadoras de biohuertos y compostaje que promueven la autosuficiencia y sostenibilidad
- Ley que reconoce formalmente a las ollas comunes como organizaciones sociales de base
Debilidades:
- Falta de un registro unificado y actualizado: aún hay ollas comunes no identificadas o sin información georeferenciada
- Desabastecimiento recurrente y suministro irregular de insumos
- Déficits en infraestructura y equipamiento que comprometen la salud y eficiencia operativa
- Alta carga administrativa y financiera sobre las mismas organizaciones de mujeres, muchas de ellas sin apoyos estatales claros
Datos a nivel nacional
De manera panorámica, podemos señalar lo siguiente en cuanto a deficiencias en la logística, presupuesto y gestión que se han manifestado durante los años que tienen las ollas funcionando:
La Defensoría supervisó 2,616 comedores populares y 991 ollas comunes que atienden a más de 200,000 usuarios en todo el país (Defensoría, 08/07/2025).
En el caso de ollas comunes:
- Solo 27.5% recibió apoyo municipal para mejorar equipamiento; el 72.5% no tuvo ayuda en ese aspecto (Gestión 08/07/2025)
- Respecto a la infraestructura, el 95.4% no recibió acciones por parte de los gobiernos locales (Defensoría, 08/07/2025)
- En términos de población atendida: 71.1% son adultos mayores, y más del 28% son menores de 18 años
- Al menos 2 de cada 10 ollas comunes deben cubrir adicionalmente hasta S/. 150 diarios por su cuenta para costear las raciones

En cuanto a resultados sanitarios asociados a nutrición infantil:
- Las regiones con mayores aumentos de anemia en niños de 6 a 35 meses entre 2023 y 2024 son: Puno (76%), Loreto (62%), Apurímac (58.7%), Madre de Dios (56.3%) y Huancavelica (55.1%) (Defensoría 08/07/2025)
- La desnutrición crónica infantil (menores de 5 años) alcanza un máximo de 24% en Huancavelica al 2024
- Al 2024, el 72.7% de los hogares peruanos tenía deficiencias en el acceso al agua segura (fuera de redes, sin continuidad o mala cloración)
15. PRÁCTICAS RELEVANTES
A lo largo de estos 3 últimos años, también se han dado prácticas que merecen resaltarse y tomarse en cuenta para seguir mejorando la atención, apoyo y desarrollo de las ollas comunes.
a) Fortalecimiento de capacidades y seguridad alimentaria (World Vision, USAID y PMA)
Un proyecto liderado por World Vision Perú, en alianza con USAID y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), capacitó a voluntarias de ollas comunes en:
- Preparación de menús nutritivos utilizando insumos económicos y ricos en vitaminas
- Gestión eficiente de porciones
- Manipulación segura de alimentos conforme a normas sanitarias
Por ejemplo, la lideresa de la olla común «Nuevo Amanecer» en San Juan de Lurigancho destacó cómo ahora priorizan verduras y menestras sobre arroz básico, logrando mayor calidad nutricional en cada plato.
b) Programa «Ollas que Desarrollan» (Alicorp + ONG Juguete Pendiente)
Esta iniciativa fortalece las ollas comunes multifacéticamente:
- Entregas de alimentos y productos básicos: atún, pastas, aceites, entre otros
- Equipamiento: cocinas, utensilios, balones de gas
- Capacitación en gestión y emprendimiento: finanzas, contabilidad, nutrición, marketing
- Apoyo a emprendedoras: producción y venta de papas rellenas o mermeladas, como fuentes de ingreso que refuerzan la sostenibilidad de sus ollas
c) Agricultura urbana y recuperación de alimentos (REDOPA + FAO)
La Red de Ollas Comunes de Pachacámac (REDOPA), con respaldo técnico de la FAO, desarrolló:
- Cocinas mejoradas que reducen la contaminación por humo
- Huertos comunitarios para acceso directo a hortalizas frescas
- Gallinas ponedoras que contribuyen con proteína animal
- Brigadas de recuperación de alimentos desde mercados y chacras, recolectando más de mil toneladas de productos que de otro modo se hubieran desperdiciado
Gracias a estas prácticas, REDOPA también impulsó ordenanzas municipales sobre recuperación de alimentos, posteriormente convertidas en políticas públicas nacionales, y fue reconocida con el Premio a la Pérdida y Desperdicio de Alimentos (PDA).
d) Iniciativas tecnológicas y sostenibles («Ollas Sostenibles»)
El proyecto Ollas Sostenibles, liderado por Oliver Ramírez, implementó una solución ambiental innovadora:
- Instalar biodigestores que producen biogás y reducen el consumo de GLP
- Beneficio directo a ollas comunes en distritos de Lima y Junín, alcanzando a más de 600 personas y beneficiando indirectamente a otras 2,400
e) Programas de alimentación saludable y asesoría sanitaria (Asociación UNACEM)
A través del Programa de Alimentación Saludable y Segura, la Asociación UNACEM brindó:
- Talleres y materiales educativos sobre nutrición y seguridad alimentaria
- Teleorientación y asesoría para ollas comunes, promoviendo prácticas saludables en zonas rurales de Pachacámac, con planes de replicación regional
f) Normativa municipal que promueve buenas prácticas
La Ordenanza Técnica N° 001-2022-PCM-SGP de Lima Metropolitana establece una serie de directrices clave para ollas comunes:
- Registro geolocalizado actualizado
- Capacitación nutricional en colaboración con universidades y municipalidades
- Fomento de la autosostenibilidad
- Recetarios saludables y monitoreo
- Acceso a premios como el «Premio Violeta Correa»
- Participación en el Consejo del Sistema Alimentario de Lima Metropolitana (CONSIAL)
A MODO DE CONCLUSIONES
Las ollas comunes han sido un mecanismo clave para enfrentar crisis sociales, pero no sin enfrentar múltiples barreras: desde la desorganización institucional hasta la precariedad económica y la falta de una gestión eficiente. Aunque siguen siendo esenciales para la seguridad alimentaria, requieren atención urgente y mejoras estructurales para ser sostenibles.
Sobre las buenas prácticas y experiencias:
Estas buenas prácticas reflejan cómo las ollas comunes han evolucionado desde respuestas de emergencia hacia estructuras sostenibles, empoderadas y resilientes. A través de capacitación, incubación de emprendimientos sociales, innovación medioambiental y fortalecimiento institucional, han logrado garantizar una alimentación digna y reforzar el tejido social comunitario.
Peligros
La división entre lideresas por la intromisión de autoridades puede debilitar la existencia y funcionamiento de las ollas comunes.
La presencia de entidades privadas de cooperación ha tenido un rol de apoyo a las ollas comunes desde sus momentos iniciales de organización en la pandemia. Asimismo, pueden ser barreras para el desarrollo de la organización y conciencia política autónoma de las organizaciones de ollas comunes.
Interrogantes
¿Por qué no se fusionan las ollas comunes con los comedores, en la medida de su capacidad de preparación de alimentos por infraestructura, etc.? ¿Acaso no es importante en la gestión pública la eficiencia y la eficacia del gasto, a fin de llegar a más sectores vulnerables y/o mejorar la calidad los servicios?
¿Qué hacer frente al ninguneo a los representantes de las ollas comunes y comedores populares por parte de la mayoría de Alcaldes, en los Comités de Gestión, toda vez que esta instancia tiene un rol clave en la ejecución, supervisión y control social del programa a nivel local?
¿Los problemas y vicios, por decir de alguna forma a la corrupción existente en la base y en las alturas, en los vasos de leche y comedores populares, fatalmente serán reproducidos en las versiones de ollas comunes de entregarse directamente los vales para la compra de alimentos, pues la manipulación de las Organizaciones Sociales de Base por parte de las autoridades locales, siguen siendo el lugar común en nuestra democracia chicha, corrupta y en crisis?
ANEXO
REGISTRO DE OLLAS COMUNES EN LIMA METROPOLITANA
| DISTRITO | TRANSITADAS | BENEFICIARIOS | EN PROCESO | INACTIVO | CANCELADOS | ACTIVADAS | |
| ANCON | 32 | 2168 | 1 | 2 | 17 | ||
| ATE | 62 | 3475 | 2 | 9 | 5 | ||
| BARRANCO | 1 | ||||||
| BREÑA | 2 | 85 | 1 | 1 | |||
| CHACLACAYO | 13 | 973 | 6 | ||||
| CHORRILLOS | 20 | 1417 | 5 | 16 | |||
| CIENEGUILLA | 57 | 4984 | 12 | ||||
| COMAS | 170 | 11721 | 2 | 17 | 84 | 2 | |
| CARABAYLLO | 131 | 8812 | 23 | 24 | |||
| EL AGUSTINO | 17 | 1222 | 7 | ||||
| INDEPENDENCIA | 96 | 6911 | 94 | ||||
| JESUS MARIA | SIN REGISTROS | ||||||
| LA MOLINA | 5 | ||||||
| LA VICTORIA | SIN REGISTROS | ||||||
| LIMA CERCADO | SIN REGISTROS | ||||||
| LINCE | SIN REGISTROS | ||||||
| LOS OLIVOS | 1 | ||||||
| LURIGANCHO CHOSICA | 161 | 10392 | 18 | 16 | 14 | ||
| LURIN | 20 | 1359 | 7 | ||||
| MAGDALENA DEL MAR | SIN REGISTROS | ||||||
| MIRAFLORES | SIN REGISTROS | ||||||
| PACHACAMAC | 97 | ||||||
| PUCUSANA | 9 | 598 | 7 | ||||
| PUEBLO LIBRE | |||||||
| PUENTE PIEDRA | 62 | 446 | 26 | 18 | |||
| PUNTA HERMOSA | 12 | 700 | 1 | 9 | |||
| PUNTA NEGRA | 1 | 51 | 2 | ||||
| SAN BARTOLO | 3 | 159 | 1 | ||||
| SAN BORJA | SIN REGISTROS | ||||||
| SAN ISIDRO | SIN REGISTROS | ||||||
| SAN JUAN DE LURIGANCHO | 399 | 21274 | 154 | 224 | |||
| SAN JUAN DE MIRAFLORES | 62 | 3207 | 3 | 4 | 137 | 18 | |
| SAN LUIS | |||||||
| SAN MARTIN DE PORRES | 21 | 1311 | 3 | 16 | 2 | ||
| SAN MIGUEL | SIN REGISTROS | ||||||
| SANTA ANITA | SIN REGISTROS | ||||||
| SANTA MARIA DEL MAR | SIN REGISTROS | ||||||
| SANTA ROSA | 61 | 3624 | 8 | 53 | 2 | ||
| SANTIAGO DE SURCO | 1 | 86 | |||||
| SURQUILLO | 1 | 116 | |||||
| VILLA EL SALVADOR | 13 | 1360 | 19 | 6 | |||
| VILLA MARIA DEL TRIUNFO | 255 | 17960 | 13 | 138 | 20 | ||
| 1778 | 104411 | 7 | 250 | 931 | 88 |
FUENTE: MANKACHAY PERÚ – OLLITA PERÚ


































